El papel ecológico es aquel que se fabrica con materia prima procedente de bosques certificados a través de procesos que respetan el medio ambiente. Habitualmente cuenta con sellos o distintivos que nos informan sobre su origen y proceso de fabricación.
Para considerarlo como tal, es estrictamente necesario que en su proceso de fabricación hayan existido indicios que indiquen sostenibilidad y preocupación por el medio ambiente. Dicho de otra manera, el papel ecológico es el que se ha creado a partir de buenas prácticas en parte o en la totalidad de su proceso de elaboración.
Para la elaboración del papel ecológico se han implantado medidas como la reducción del consumo de recursos naturales, como la madera, energéticos, y de producción de residuos tóxicos, ruidos y olores. Para su producción se puede comenzar por producir ecológicamente la madera a través de plantaciones forestales.
El papel ecológico se saca a partir de fibras vegetales no recuperadas (cosa que no existe en los papeles reciclados) procedentes de un bosque de crecimiento que se ha creado con la intención de ser un bosque destinado a ofrecer papel ecológico. Estas plantaciones, que están certificadas legalmente, garantizan que están siendo administradas bajo unos estrictos controles ambientales, económicos y sociales. Además, la existencia de estos bosques de crecimiento supone que se talen muchos menos arboles de bosques naturales y que exista un mayor cuidado medioambiental.
Para el blanqueamiento del papel ecológico se emplean productos naturales como el dióxido de cloro, oxigeno o cloro, mientras que para un papel no ecológico se usa cloro gas, que es un material altamente contaminante. Dependiendo de cómo haya sido obtenido esta blancura , los papeles pueden ser libres de cloro elemental (ECF) o totalmente libres de cloro (TCF).
El papel ecológico también se puede distinguir gracias al sello de garantía que certifica la Etiqueta Ecológica Europea que hay en el envase.
Diferencias con el papel reciclado
Por otro lado, tenemos el papel reciclado, que es aquel que se obtiene a partir de fibras ya utilizadas con anterioridad. Es decir, se sirve de otros productos de papel ya empleados previamente. Y es que, el hecho de que un papel sea reciclado no significa necesariamente que sea ecológico, ya que puede haber sido fabricado con procesos que se consideran contaminantes.
La principal diferencia entre el papel ecológico y el papel reciclado está en el proceso de elaboración. Mientras que el papel reciclado no usa fibras vírgenes y por tanto no tala nuevos árboles, sí que necesita usar algunos productos químicos más dañinos para blanquear el resultado de la pasta reciclada. Asimismo, el papel ecológico, al partir de cero sí que necesita fibras vírgenes (por tanto talar árboles) para conseguir esa pasta del papel. Pero una vez conseguida el uso de químicos es más sostenible.
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